No es fácil ver a un hombre de fe quebrarse. No podemos imaginar el sufrimiento de Job. Es posible que encontremos otros ejemplos similares, pero dudo que hayan otras personas que hayan sufrido tanto como Job. Y en medio de su dolor, Job llega a la conclusión que mejor hubiera sido no haber nacido. El razona que si no hubiese nacido, no tendría que haber experimentado todo este dolor. Job entiende que todos los que están en el sepulcro llegan a ser libres; en la tumba no hay más opresión, y no hay más sufrimiento. Job desea morir. Pero él sabe que el único que puede quitar la vida es Dios. Aunque Job desea la muerte, él nunca pensaría en quitarse la vida. Job está expresando su dolor. No está blasfemando contra Dios, ni está renegando de él. Solo está expresando su amargura por su condición. Si en algún momento te sientes triste, y o sientes que tu mundo se cae a pedazos, recuerda esto: puedes hablar con Dios. Le puedes decir exactamente cómo te sientes. Con Dios puedes ser honesto y abrir tu corazón. Él nunca te va rechazar. Habla con Él. Cuéntale todo. Cuéntale todas tus penas. Sólo Él te puede consolar y levantar. Que el Señor te bendiga.