Listen

Description

Job reconoce haber hablado impertinentemente; pero explica que él habló de su más profundo dolor; se siente sin esperanzas; se siente abatido por Dios; pero sabe que es inocente, y Elifaz lo acusó de haber pecado terriblemente, y por eso Dios lo castigó. Es por eso que Job le recrimina a Elifaz: lo esta juzgando sin tener la más mínima prueba de su acusación. Job buscaba un poco de misericordia de parte de sus amigos. Pero no la halló. Sus amigos fueron como un arroyo en el desierto: que solo tiene agua en ocasiones. Las palabras de Elifaz fueron carentes de sal; desabridas y repulsivas. Que triste es tener un amigo que te ve sufriendo, y en vez de suavizar tu dolor, te hunde más en el dolor. Aprendamos a ser más empáticos. Que nuestras palabras sean siempre de aliento y de ánimo. Es posible que algún amigo a veces necesite también una reprensión; pero hay momentos para reprender, y momentos para consolar. Job, después de todo, aún estaba viviendo su duelo. Que el Señor nos de sabiduría para saber cómo hablar al enlutado y al cansado. Que el Señor te bendiga.