Todo este capítulo es una oración de Jesús. Se la conoce como la oración Sumo Sacerdotal de Jesús. Jesús siempre estaba orando por sus discípulos. Ellos eran su mayor preocupación. Jesús estaba por volver al Padre celestial. Ya no iba a estar más con ellos. Jesús cuidó de sus discípulos, mientras estuvo con ellos. Pero ya había llegado la hora de partir. ¿Qué pasaría con sus discípulos? Jesús se los encomienda al Padre, para que los guarde del mal. Satanás atacó constantemente a Jesús, con sus tentaciones, y con sus trampas. Ahora atacaría a sus seguidores. Por eso Jesús ora por ellos. Pero el pedido principal de Jesús es por la unidad de sus discípulos. Él pide que ellos tengan una unidad perfecta. Hasta el momento, los discípulos no estaban unidos. Habían muchas diferencias entre ellos. Habían muchas cosas que los dividían. Habían celos, rencores, envidias, y sueños de grandeza. Pedro se creía el mejor, y Juan y Santiago querían los puestos más elevados junto a Jesús. No estaban unidos. Por eso Jesús pide una y otra vez al Padre que, así como ellos estaban unidos, también sus discípulos pudiesen estar unidos. La única forma de estar unidos, es a través de la Palabra de Dios. Por eso Jesús también pide que sean santificados por la Palabra, que es la Verdad. Jesús pide por unidad, por que la unidad es imperativa para el éxito de la misión. Sólo cuando los discípulos estuviesen verdaderamente unidos, el mundo iba a creer en su mensaje, y que Jesús realmente es el Mesías, el Hijo de Dios.
Y en esta oración vas a ver que Jesús también oró por ti. Jesús oró por los que iban a creer por la palabra de ellos (nosotros). Cree en Jesús. Únete a tus hermanos. Y demostremos al mundo que Jesús realmente es el enviado de Dios. Que el Señor te bendiga.