Jesús y el Padre estuvieron juntos en la Creación del mundo. Ahí trabajaron juntos. Por eso en Génesis encontramos la expresión: "Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza". El plural "hagamos" nos muestra un trabajo en conjunto de más de una persona. Pero no solo estuvieron juntos en la creación, Jesús y el Padre son quienes sustentan el mundo. Si nosotros seguimos respirando es gracias a lo que ellos hacen en nuestras vidas. Jesús y el Padre también trabajan juntos en nuestra Salvación. Dios el Padre envió a su Hijo Jesús; quienes honran a Jesús, están honrando al Padre, que lo envió. Todos los que rechazan a Jesús, están rechazando al Padre. Cada milagro de Jesús comprueba quién realmente es Él. Él es Dios. Él siempre ha existido. Él es uno con el Padre. Y muy pronto vendrá a juzgar al mundo. A quienes hayan creído en Él y hayan hecho el bien, les dará vida eterna. A quienes lo hayan rechazado, y hayan seguido en su vida de pecado y de maldad, le pagará con la condenación. La invitación está hecha. Nosotros finalmente decidimos si aceptamos el regalo de Dios, o le damos la espalda. Jesús tiene poder de levantarte de entre los muertos. No importa cuán desesperado sea tu caso. No importa cuanto tiempo hayas estado postrado en el pecado. Él te puede levantar. Cree en Él. Pon toda tu confianza en su poder. Que el Señor te bendiga.