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Description

Sansón había sido bendecido como ningún otro hombre en Israel. Con su fuerza sobrenatural, era prácticamente invencible. Pero su debilidad eran sus ojos. Y su historia nos muestra cómo él comenzó a jugar con fuego, hasta que se quemó. La prostituta, y Dalila, quién lo traicionó en repetidas oportunidades, eran una demostración de qué Sansón, al estar en pecado, se había alejado de Dios. Y Dios se apartó de él, una vez que permitió que le cortaran su cabello. Sin Dios, Sansón se volvió tan débil como el resto de los hombres, y fue torturado y encarcelado en Gaza. Se burlaron de él, y lo trataron como a un burro de carga. Pero fue en esa cárcel dónde Sansón se arrepintió, y clamó al Señor para que le concediera su fuerza una vez más. Y Dios escuchó su oración. Sansón derribó el templo del dios Dagón, y mató a miles de filisteos, los cuales, junto con él, murieron aplastados por el edificio. Sansón fue el último juez de Israel. Y su historia nos enseña la importancia de nunca perder nuestra conexión con el Señor. Esta historia nos muestra que aún cuando nos podamos haber apartado del Señor, siempre podemos volver a Él. Y Dios siempre escuchará la oración de todos quienes se arrepienten. No te apartes del Señor. Que el Señor te bendiga.