La pregunta que le hicieron a Jesús: "¿Son pocos los que se van a salvar?". Es una pregunta difícil de responder. ¿Es más fácil salvarse o perderse? ¿Qué papel juega mi esfuerzo personal? Jesús respondió: "Esfuércense por entrar por la puerta angosta. Muchos trataran de entrar, pero no lo lograrán". Muchos están intentando entrar al cielo pero están yendo por el camino equivocado. Muchos quieren salvarse por sus propios medios. Muchos quieren salvarse por su obediencia. Lo cierto es que la única forma de entrar al cielo es a través de Jesús. Él es la puerta. Él es el camino. El problema es que muchos no lo aceptan como el Salvador. Por eso que en el cielo llegarán muchos gentiles: los primeros serán los últimos, y los últimos, los rechazados, los despreciados, serán los primeros. ¿Por qué? No porque eran los que tenían más méritos. Sino porque pusieron toda su fe en Jesús, se arrepintieron de sus pecados, y su vida dio un vuelco total. Esfuérzate por permanecer en Jesús. No te apartes de Él. La salvación se trata de una vida de comunión con Él. No sea que ese día Él te diga: "Apártate de mí. Yo no te conozco". Que el Señor te bendiga.