Vivimos en un mundo lleno de injusticias. Muchos actúan como si fuera la ley de la selva, donde sobreviven los más fuertes; donde pisotear, engañar, matar, destruir, es la norma, es lo común. El mundo está cada vez más violento y más malo. El mal parece una marea, un fuerte oleaje y viento que está en nuestra contra. Al cristiano le toca nadar contra la corriente. Y en situaciones tan adversas, es posible que alguno se pregunte si vale la pena seguir adelante. ¿Vale la pena servir a Dios? ¿Vale la pena ser fiel?
Te invito a escuchar este tema, y a reflexionar en él. Que el Señor te bendiga.
