El soldado Romano reconoció que Jesús realmente era el Hijo de Dios. Pero, ¿cómo? ¿Bajo que evidencia? Jesús fue maltratado y humillado, escarnecido y burlado. ¿Qué rey permitiría esto? ¿Por qué no se quejó contra el maltrato? Porque Jesús a eso había venido. Jesús vino a morir y a sufrir en nuestro lugar. Él vino como un cordero, a morir. Él sintió que el Padre celestial lo estaba abandonando. Pero aún así siguió adelante, a la meta, con tal de salvarte. Jesús lo había profetizado: “cuando yo sea levantado, a todos atraeré a mi mismo”. Que al mirar a Jesús en la cruz, tú también puedas ser atraído a Él. Que el Señor te bendiga.