El capítulo de hoy comienza con una noticia muy triste para Jesús: la muerte de Juan el Bautista. Eso hizo que Jesús quisiera estar solo. Pero fue imposible. Apenas llegó a su lugar de retiro, se encontró con una gran multitud que lo estaba esperando. Y Él tuvo compasión de ellos, y sanó a los enfermos. Y luego los alimentó. Y eran más de 5000! Luego que los alimentó, se despidió de ellos, y una vez solo, Jesús subió al monte a orar. Después de un largo de día de trabajo, de servicio, Jesús logró estar a solas para orar. Y oró hasta las 3 de la mañana. No sabemos el contenido de esta oración, pero yo creo que Jesús le estaba pidiendo fortaleza al Padre. Muerte de Juan, lo había afectado. Y necesitaba fuerzas para seguir. Luego Jesús fue hacia donde estaban los discípulos, y resulta que ellos estaban en medio de una gran tormenta. Cuando ven a Jesús caminando sobre las aguas, ¡creen que es un fantasma! Pero cuando se dan cuenta de que es Él, Pedro pidió hacer lo mismo, y caminar sobre las aguas. ¡Y lo logró!! Jesús lo llamó, y Pedro también camino sobre las aguas. Pero luego se hundió. ¿Por qué se hundió Pedro? Porque dejo de mirar a Jesús. Pedro, en vez de mirar a Jesus, miró las olas, se llenó de miedo, y se hundió. Jesús, extendiendo su mano, lo tomó y lo sacó, y lo reprendió por su falta de fe. ¿Alguna vez te ha faltado la fe? Jesús, en este capítulo, ha demostrado ser todo poderoso. No hay nada que no pueda hacer. Al subir a la barca, la tormenta se calmó, y entonces todos los discípulos lo reconocieron como el Hijo de Dios. Que este capítulo de convenza del poder y del amor de Jesús. Que el Señor te bendiga.
