Cuando Leví Mateo escribió su evangelio, sus buenas noticias, lo hizo teniendo en mente a la comunidad judía. Él quería alcanzar a los suyos con esta gran noticia: El Mesías ha llegado. Nació el Salvador”. Jesús es Emanuel, “Dios con nosotros”. Y cumplió con todo lo que estaba profetizado acerca de Él. Nació de una virgen. María estaba comprometida para casarse, pero aún no había tenido relaciones conyugales con su esposo. José, que se enteró de su embarazo pensó en dejarla en secreto, sin hacer un escándalo. José era un hombre recto, era un hombre justo. Él no quería humillar a María. Pero estaba dolido. ¿Cómo fue que María podía haber hecho esto? Pero fue el ángel que le dijo que no la dejara, ya que el santo ser que se estaba gestando en su interior había sido concebido por obra del Espíritu Santo. José y María serían los responsables de traer al mundo al Salvador. Y Él vino a salvarnos de nuestros pecados. No lo olvides: no estás solo. No estás sola. Dios está con nosotros. Jesús vino a demostrarte cuánto te ama Dios. Y Dios te amo tanto que mandó a su Único Hijo. Acepta a Jesús como tú único y suficiente Salvador. Que el Señor te bendiga.