Aquí está la razón por la cual Jesús, el Mesías, el Hijo de Dios, se hizo hombre: Para mostrarnos al Padre. A pesar de toda la revelación, es decir, de todos los mensajes que Dios había enviado a través de los profetas, muchos en el pueblo de Dios seguían aún sin realmente conocer su carácter, su esencia, su persona. Tenían una idea de Dios que no era compatible con la realidad. Dios mismo tuvo que venir a vivir entre nosotros para que realmente le pudiésemos conocer. Esa era la única forma. Jesús vino a mostrarnos cómo es el Padre. Conoce a Jesús, y conocerás mejor a Dios. Y esto es algo que lamentablemente los sabios y los entendidos nunca entendieron. Los fariseos y los escribas rechazaron a Jesús. ¿Quiénes lo aceptaron y creyeron en Él? Los niños. Es decir, los sin experiencia, los sin títulos ni estudios fueron los que entendieron esto. Jesús se reveló y fue aceptado por los más sencillos y humildes entre el pueblo. Para conocer a Dios no necesitas un PhD, o un curso de teología intenso. Los pescadores y los agricultores de Galilea fueron los que se relacionaron con Jesús y pudieron conocer mejor al Padre celestial.