La escena que nos pinta el profeta es muy vívida. Nínive esta rodeada por sus enemigos. Su caída es inminente. Es como si Nahúm estuviese viendo en visión todo lo que estaba por ocurrir. Él incluso llegó a describir a los soldados babilónicos. Todo esto nos dice de que el juicio de Dios es ineludible. Todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo. Y esto no constituye una amenaza. Sino una advertencia de que Dios castigará a los malvados. Que Dios nos ayude a vivir vidas rectas y justas. Que el Señor te bendiga.