Cuando David hizo un censo, el Señor lo consideró un pecado, ya que lo hizo posiblemente por temor, o quizás por orgullo, para saber con cuánto poder militar contaba, para poder enfrentar a sus enemigos. Lo cierto es que al Señor no le agradó que lo hiciera, porque Él era quién peleaba sus batallas. Pero hoy encontramos que Nehemías hace un censo, pero con la aprobación de Dios. ¿Qué? ¿Por qué? Dios puso en el corazón de Nehemías, una motivación muy diferentea a la de David. Nehemías quería organizar bien a la nación: Cada uno debía asumir su responsabilidad, y su puesto tenía que estar bien claro. Quienes servirían como porteros, quienes servirían en el Templo, los cantores, etc. Quienes vivían cerca del muro, debían vigilar desde el muro por si venían sus enemigos. Todos tenían una labor que cumplir. El censo de Nehemías fue para organizar bien a la nación. También se registran los donativos para la obra. La Biblia nos enseña una y otra vez que nuestro Dios es un Dios de orden. Todos debemos estar involucrados en la obra. Todos tenemos una función que cumplir. Que el Señor nos ayude a servirle de forma ordenada y organizada. Que el Señor te bendiga.
