En muchos salmos, encontramos palabras muy fuertes para los enemigos. Pero Salomón aquí aconsejo un enfoque diferente a la hora de tratar con los enemigos. Solo alguien que ha recibido sabiduría divina pudo haber escrito algo así. “Si tiene hambre, dale de comer. Si tiene sed, dale de beber”. Salomón está proponiendo una solución radical, impensada, y quizás hasta descabellada para quienes lo oían. En la mente de muchos, la solución a la violencia es más violencia. Pero Salomón propone hacerles el bien; tratarlos con bondad. Cuando pagas bien a los que te han hecho el mal, los harás avergonzarse. Y quizás hasta los ganes como amigos. Dios quiere que lo reflejemos a Él. Dios quiere que reflejemos su carácter. Y Jesús enseñó que los pacificadores serán llamados “hijos de Dios”, porque reflejan a Dios. Que Dios nos de sabiduría para tratar con nuestros enemigos. Oremos por ellos. Y espero que nunca les desees el mal. Que el Señor te bendiga.