Cristo viene pronto. No sabemos cuándo exactamente, pero sabemos que falta muy poco. ¿Cómo deberíamos vivir sabiendo que estamos en los tiempos finales? Primero, Pablo nos invita a respetar a las autoridades del gobierno. Pablo señala que todos los que gobiernan, fueron puestos ahí por Dios. Eso enseña la Biblia: Dios pone y quita reyes. Por lo tanto, no deberíamos oponernos innecesariamente al gobierno. Tenemos que cuidar mucho nuestro testimonio como creyentes. Y todas las autoridades merecen nuestro respeto, y hasta nuestra honra. Por más que no nos simpaticen, por más que no estemos de acuerdo con sus principios, no debemos faltarles el respeto. Y quien dice estas palabras, ¡estaba encarcelado por predicar el evangelio! Pablo podría haber escrito todo lo contrario. Podría haber incitado a los creyentes a la rebelión. Pero no lo hizo. Su llamado siempre es a la paz, al orden, y a la armonía. Un cristiano no puede fomentar la anarquía, ni las protestas. Cuando el gobierno atenta contra nuestros valores, y contra nuestra libertad religiosa, podemos apelar, podemos buscar la forma de ser escuchados. Pero debemos siempre mantener el respeto y la decencia. Amemos a nuestro prójimo. Cumplamos con la Ley de Dios. ¡Cristo viene pronto! No andemos en tinieblas, ni participemos de la oscuridad. Que cuando Cristo vuelva, nos encuentre andando en la luz. Que el Señor te bendiga.
