Para Pablo era muy importante que la iglesia conservara la unidad y la armonía. Pero la iglesia estaba conformada por judíos y gentiles, y habían muchas prácticas alimenticias que podían causar divisiones. Pablo aquí nos dice que había un grupo que solo consumía legumbres. En cambio, otro grupo consideraba que se podía comer de todo. Esto podía ser un tema que generaría controversias y discusiones, y Pablo les pide que no se dedicaran a debatir sobre opiniones. Las discusiones sobre opiniones siempre pueden llevar a que los ánimos se exalten, y a que algunos se esfuercen por demostrar que tienen la razón. Y eso no ayuda a la unidad. Pablo hace un llamado a la paciencia y a la tolerancia. Muchos, por demostrar que tienen la razón, pueden hacerse culpables de llevar a muchos a que salgan de la iglesia, y podrían estar así contribuyendo a su perdición. No hagamos eso. Debemos considerar a todos como más importantes que un tema de opiniones. En resumen Pablo dice: Si para ti es importante un ayuno, o un día especial, guárdalo (como podía ser Yom Kippur, u otra fiesta judía). Y si para otro no lo era, entonces debían respetar sus diferencias. Tengamos cuidado de no ponernos a imponer nuestras opiniones sobre los demás. Cada uno debe estar plenamente convencido en su mente sobre su forma de vivir. Y no debemos olvidar nunca que al final todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. Todos seremos juzgados por el Señor. Vivamos siendo fieles a nuestra conciencia, y procurando la unidad y la armonía en la iglesia. Que el Señor te bendiga.
