Este es un salmo que siempre debemos tener presente. Todo lo que somos, todo lo que logramos y todo lo que tenemos, se lo debemos a Dios. Es por su gracia, es por su poder, y es por su amor que nosotros existimos, nos movemos, y somos. Sin Él, no existiríamos. Solo a Él le corresponde toda la gloria y toda la honra. Israel siempre tropezó con la adoración a los ídolos. Clamaban a objetos hechos por sus manos. Solo debemos clamar y alabar a Dios. Nadie más puede respondernos. Nadie más puede ayudarnos. Él es nuestro escudo y nuestro ayudador. Confía en Él. Obedece sus mandamientos. Y espera su bendición. Que el Señor te bendiga.