No hay nada más poderoso que un testimonio personal. Cuando Dios responde tu oración, y te sana, o te salva de la muerte, esa es tu experiencia. Cuando Dios responde tu oración, para ti ya no hay dudas de su amor, de su poder, y de su existencia. Muchos hoy dudan de la existencia de Dios. No lo reconocen en sus vidas. Pero si Dios contestó tu oración, ahora tu vida debe cambiar. Debes andar en sus caminos. Debes cumplir todas las promesas que le hayas hecho a Dios. Tú vida debe ser una vida de alabanza y gratitud. No te olvides de Dios. Dale en tu vida el lugar que se merece. Que el Señor te bendiga.