En la Biblia hay muchas promesas de paz, prosperidad y bendición para quienes aman a Dios y respetan sus mandamientos. Dios se deleita en recompensar a los que lo aman, a los que le dan a Dios el primer lugar en sus vidas. Dios los bendice en abundancia para que ellos mismos sean un testimonio y le demuestren al mundo que Dios recompensa a los que lo buscan. La bendición no siempre tiene que ser riqueza. Pero puede simplemente ser paz, bienestar, felicidad. Disfrutar de lo que se hace y lo que se tiene. Disfrutar a la familia, a los nietos, y en algunos casos, los bisnietos. Teme al Señor. Ponlo en primer lugar. Y disfruta de sus bendiciones. Que el Señor te bendiga.
