Este es uno de los salmos más conocidos de la Biblia. David había sido pastor de ovejas. Él mismo había defendido a sus ovejas de animales y depredadores feroces. Y así fue como un día comprendió que lo que él hacía por sus ovejas, Dios lo hacía por él. Dios es mi pastor. Nada me falta. Si tengo a Dios, lo tengo todo. Dios cuida de mi. Mi Dios me protege y vela por mi. Muchas gracias mi Dios por siempre guiar y conducir cada uno de mis pasos. Y muchas gracias por tus promesas; especialmente por tu promesa de muy pronto venir a buscarnos. Amén. Queremos vivir junto a ti ahora, y en la eternidad. Que así sea.