Muchos de los Salmos son alabanzas y oraciones dedicadas a Dios. La mayoría de los Salmos fueron compuestos por el rey David, y formaron la base de la liturgia del pueblo de Israel. Pero el salmo de hoy parece estar basado en la experiencia. David se dio cuenta de que las batallas no siempre las ganan los más fuertes. No siempre la ganan los que tienen más soldados o más caballos (hoy diríamos Tanques). La victoria le pertenece al Señor. Él decide quién ha de salir victorioso. Él tiene el poder para detener reinos e Imperios, para frustrar cualquier plan y estrategia. Dios tiene el poder para salvar a los suyos, a los que le temen y lo reverencian. Pon tu confianza en el Señor y alábalo con alegría y con reverencia. Que el Señor te bendiga.