¿Cuál es el propósito de tu vida? ¿Cuál es tu meta? Este salmo nos va a invitar a reflexionar en este tema tan importante. Y como solo la Biblia puede hacerlo, se pondrán las cosas en su verdadera perspectiva: de nada sirven las riquezas sin Dios. Nadie puede pagarle a Dios por la salvación. No puedes pagarle para que te deje entrar al cielo. Y entonces, ¿cómo podemos hacerlo? Te invito a leer este capítulo y a escuchar esta breve reflexión. Que el Señor te bendiga.