Dios ha hecho grandes cosas a favor de su pueblo en el pasado. Dios también trató duramente a Israel cuando ellos se apartaron de Él y se fueron tras otros dioses. Vemos que para Dios es muy importante nuestra fidelidad. Y su mayor anhelo es limpiarnos y purificarnos de toda maldad. Este salmo nos habla de una de las condiciones más importantes para que Dios conteste nuestras oraciones. El salmista habla de no mirar el pecado. Es decir, no considerarlo; no acariciarlo. Si una persona está necesitando una respuesta de Dios, no puede esperar que Dios le conteste si al mismo tiempo está planificando pecar. Dios no puede bendecir el pecado. Nuestra prioridad tiene que ser el arrepentimiento. Estar a cuentas con Dios. Pero no solo para Dios nos conteste. Sino porque le amamos y porque queremos hacer su voluntad. Dios escucha. Dios es misericordioso. Dios responde a nuestras oraciones. Siempre y cuando nosotros lo pongamos a Dios en primer lugar. Que el Señor te bendiga.
