Este es un salmo aterrador y muy triste. Asaf nos habla del estado de Jerusalén durante el periodo del exilio en Babilonia. La destrucción fue total. Los siervos de Dios asesinados por todas partes. Es en ese contexto que Asaf pide que Dios libere a su pueblo, y ejecute una Venganza en contra de los enemigos de su pueblo. Él pide misericordia para Israel, y destrucción para sus enemigos. Y aunque esta oración nos parezca extraña, esto era algo que Dios había prometido. Dios castigó a Israel por su desobediencia y por su rebeldía. Ellos nunca se arrepintieron de sus ídolos y de su maldad. Dios tuvo que tratarlos con mano dura a través de los Babilonios. Pero Dios prometió que después de un tiempo, Él también castigaría a quienes fueron tan crueles con su pueblo. Asaf pide venganza y misericordia. Dios muy pronto destruirá el pecado; y destruirá a todos los que hacen maldad y violencia. Pidamos misericordia, para que sus plagas y su ira no caigan sobre nosotros. Pongámonos del lado de la verdad y la justicia, pidámosle a Dios que Él sea nuestro escudo y nuestro refugio en el día de su venganza final contra el pecado. Que el Señor te bendiga.