Aunque Israel estaba en el destierro, y estaba sufriendo las consecuencias de su desobediencia, Asaf en este salmo nos habla del poder de Dios y del anhelo más profundo de su corazón. Dios anhela de nosotros fidelidad. Dios anhela obediencia. Dios anhela fe. Dios quiere estar cerca de nosotros, bendecirnos y protegernos. Pero solo lo hará cuando le amemos y le sirvamos de todo corazón. Y tú, ¿ya le entregaste tu corazón a Dios? ¿O será que estás sirviendo a otros dioses extraños? Elige a Dios. Él te eligió a ti. Y lo demostró enviando a su único Hijo a morir por ti. Que el Señor te bendiga.