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Description

El problema más repetido por el pueblo de Israel, era que endurecían su corazón y se rebelaban contra el Señor. Una y otra vez desconfiaron y desobedecieron lo que Él les ordenaba. Cómo ovejas, rápidamente se desviaban del camino. Ese es nuestro mayor problema. Siempre nos estamos descarriando. Por alguna u otra razón, nos apartamos del camino. Nos alejamos de Dios. Y siempre buscamos hacer nuestra voluntad, y no la del Señor. Querido amigo, querida amiga: No endurezcas tu corazón. Entrégaselo al Señor, y pídele que te de un corazón sensible y obediente a su Palabra. Que el Señor te bendiga.