Solo la Biblia tiene esa capacidad de mostrarnos el equilibrio y la verdadera belleza del carácter de Dios. Sí, Dios es misericordioso. Sí, Dios es perdonador. Pero Dios también castiga. Castigó a Sodoma y Gomorra. Castigó al mundo ante diluviano. Y también castigó a Israel. El castigo demuestra cuánto Dios odia el pecado. Dios ve como el pecado destruye la vida del ser humano. Y por eso Dios, para hacernos reaccionar, permite el dolor en nuestra vida. Dios no nos quiere ver sufrir. Pero Él tampoco quiere que nos perdamos para siempre. Dios nos ama. Y en su amor, a veces nos reprende y nos castiga. No nos gusta. Pero Dios lo hace por amor. Que el Señor te bendiga.
