Listen

Description

Aunque el Faraón estaba dando muerte a todos los niños hebreos, nació uno que era tan hermoso, que su madre trató de salvarlo. Lo mantuvo escondido durante 3 meses; y cuando ya no lo pudo esconder más, lo puso en una canasta en el río Nilo. Hasta aquí no se ha mencionado la intervención divina, pero claramente Dios salvó a Moisés de una muerte segura en las aguas del río Nilo. No solamente lo salvó, sino que lo llevó a la casa misma del Faraón. Fue su hija quien lo adoptó, y así fue como Moisés creció en la corte del Rey de Egipto. Pero una vez crecido, Moisés, al ver el duro trato que recibía su pueblo, decidió matar a un egipcio. Moisés todavía no entendía el plan de Dios. No entendía que no es con espada, ni con poder, sino con el Espíritu del Señor. Moisés tuvo que huir de Egipto, y vivió en Madián. Allí conoció a Reuel, y se casó con su hija Séfora, y vivió como pastor de ovejas por muchos años. El desierto fue donde Dios le enseñó a no confiar en su propia fuerza; Dios le estaba enseñando la paciencia y la humildad; la mansedumbre y la templanza. Muchas veces Dios, para prepararnos para grandes obras, primero nos lleva al desierto, para desaprender aquello que realmente no nos ayudará para trabajar para el Señor. Dios también quiere usarte a ti. Dios también quiere usarte para liberar personas de la esclavitud del pecado. Si te pones en las manos de Dios, Él hará de ti un pescador de hombres. Que el Señor te bendiga.