Cuando la serpiente le propuso a Eva comer el fruto prohibido se lo vendĂĂł como algo que los acercarĂa más a Dios, aunque en realidad los alejĂł de Él. Cuando buscamos lograr metas u objetivos, caemos en el error de disfrazar lo que hacemos como propĂłsito cuando a veces es tentaciĂłn.
En esta serie sentamos las bases para poder determinar si hemos escogido vivir una vida con serpiente o escalera
Ayúdanos a que este mensaje llegue a más personas gratuitamente. ¡Con tu donación hacemos más!
CLABE: 014 830 655 074 621 330
CUENTA SANTANDER: 65 50 74 62 133
Red de Alcance y Desarrollo Familiar.