Hoy vengo con un tema buenisisisismo porque resulta que nosotros mismos nos hemos convertido en nuestro principal agresor, y hablo de esta agresión pasiva que tanto daño nos hace, que no es física, pero que afecta y duele hasta los huesos, hasta los más profundo de nuestro ser, porque la verdad es que vivimos con un látigo en la mano y constantemente nos juzgamos, nos castigamos y en lugar de tratarnos con compasión y buscar las mejores formas de aprender de nuestros errores, le damos apertura a todas estas conversaciones internas que nos trasladan a un cuarto oscuro lleno de duras sentencias.
Y yo creo que ya es hora de que nos perdonemos a nosotros mismos por lo errores que habremos cometidos en el pasado, de hecho que dejemos de pensar o catalogarlos como errores, que hagamos las paces con nosotros mismos, y que seamos capaces de agradecer el camino que hemos recorrido, con todo y sus errores pero que gracias a ellos somos lo que somos y estamos donde estamos hoy en día.
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