Los norteamericanos son particularmente propensos a promover una noción de su excepionalismo nacional. Por supuesto, América puede declarar legítimamente muchos logros y contribuciones a la sociedad humana, pero también pueden ser increíblemente insensibles e ignorantes de las virtudes y contribuciones de otras culturas. Este episodio explora como a veces un simple cambio de perspectiva puede tener un impacto radical en nuestras percepciones, y examina el valor de aprender a apartarnos intencionalmente de nuestros habituales marcos de referencia para mirar las cosas de nuevo. Recurriendo a películas, experiencias personales, y las pautas neurológicas de nuestras expectativas, este episodio explora como ajustamos los datos de la vida para que cuadren con nuestros paradigmas, y luego proyectamos nuestras expectativas correspondientes a la realidad, a menudo a nuestro detrimento. También explora cómo podemos ampliar a los horizontes de nuestras percepciones, y quizás aún conseguir un excepcionalismo sinceramente humano, que no esté limitado a ninguna cultura ni nacionalidad específica.