Fue en abril de 2020 cuando el país supo de su existencia. El grupo armado Resistencia Mapuche Lavkenche se presentó entonces adjudicándose un ataque contra civiles y carabineros en un camino en Lleulleu, Tirúa, además de un intento de atentado a un puente con un autobomba, que finalmente no detonó. Entre sus acciones también se cuentan el ataque incendiario a 15 viviendas en el Lago Lanalhue en abril de 2022 y luego la destrucción del Molino Grollmus de Contulmo en agosto del mismo año, que dejó tres heridos de gravedad.
Con su foco de acción centrado en la provincia de Arauco y con un discurso político asociado a las reivindicaciones territoriales mapuche y la expulsión de las empresas forestales de la zona, Resistencia Mapuche Lavkenche ha operado, según las autoridades, estableciendo una colaboración directa con las mafias del robo de madera. Para algunos, su interés no sólo está en el financiamiento de sus actividades, sino también en mantener una situación activa de conflicto para perpetrar delitos comunes.
Ayer jueves las autoridades ejecutaron el mayor golpe contra el grupo del que se tenga registro, cuando después de una investigación que incluyó seguimientos, peritajes de armas y escuchas telefónicas, se detuvo a 11 personas. La operación, llevada a cabo por el Ministerio Público con la Policía de Investigaciones, reveló además una conexión inquietante: uno de los detenidos es un carabinero que hasta ayer estaba en servicio activo. Además está implicado un carabinero que hace poco pasó a retiro.
El periodista de La Tercera Víctor Rivera comenta hoy la cronología del caso y las incógnitas que deberá revelar la investigación.