Para cualquier persona que haya estado despierta y consciente en el último año, “Inteligencia Artificial” ya se ha transformado en una frase ubicua e ineludible. La disponibilidad masiva de Chat GPT y los similares modelos de predicción de lenguaje y de inteligencia artificial generativa ha fascinado a los optimistas y echado combustible al fuego de quienes advierten sobre los peligros y riesgos que esta revolución implica. 
Pero el uso de Inteligencia Artificial en varios sistemas y aplicaciones que impactan en nuestra vida cotidiana es una realidad desde hace varios años más. Estados y empresas, instituciones públicas y compañías privadas que manejan y procesan grandes cantidades de datos de ciudadanos y clientes en todo el mundo han recurrido a los algoritmos para hacer el trabajo más rápido e idealmente más eficiente. Sistemas de salud, de educación, de reclutamiento de personas, de financiamiento desde programas internacionales hasta préstamos personales, de seguros privados y de sistemas de bienestar estatales, incluso sistemas de administración de justicia y de vigilancia e investigaciones policiales, recurren a estas herramientas. Y seguirán haciéndolos. Y no se trata sólo de países del mundo desarrollado: en un planeta interconectado e impactado por instituciones y corporaciones globales, pocos ciudadanos pueden decir hoy que al menos sus datos no han sido procesados por un algoritmo. Sin embargo, muchos pueden decir que ignoran cuánto, en qué ocasiones y con qué consecuencias. 
Y cuando ya se ha demostrado tantas veces que los sistemas de inteligencia artificial son susceptibles a repetir los prejuicios y reproducir las inequidades de los humanos, este puede ser un problema grave. 
Es precisamente el punto que varios expertos y activistas en todo el mundo han levantado para demandar mayor transparencia y regulación en la materia. En Chile, quienes han liderado este trabajo son los especialistas tras el proyecto Algoritmos Éticos, Responsables y Transparentes, del GobLab de la Universidad Adolfo Ibáñez. Ahí, entre otras iniciativas, han recopilado información sobre los sistemas de soporte o de tomas de decisiones automatizadas que han sido o están siendo utilizadas por instituciones públicas en Chile, para poner esa información a disposición de la ciudadanía y de estimular a las instituciones públicas a innovar.
María Paz Hermosilla, directora del GobLab de la UAI, explica los alcances e importancia de avanzar hacia una mayor transparencia y gobernanza en esta materia. Además, adelanta detalles de la visita y la exposición en Santiago, mel próximo martes 5 de diciembre, del periodista Daniel Howden, experto en investigación de riesgos en la implementación de algoritmos e inteligencia artificial, que llegará a Chile invitado por el Proyecto Algoritmos Éticos de la UAI con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo, BID. En este capítulo también escucharemos algunas intervenciones de Howden correspondientes a la entrevista que publicaremos este fin de semana en La Tercera Sábado.