El mundo era otro en 2016, y buena parte de ese mundo miraba con interés lo que pasaba en la carrera por la presidencia del país más poderoso del mundo. Aunque Donald Trump se había ungido como un fenómeno electoral al quedarse con la candidatura del Partido Republicano, su discurso extremo y los escándalos que proliferaban en su historial hacía que pocos apostaran por su triunfo en las elecciones generales.
Particularmente un tema parecía condenarlo: su relación con las mujeres, explicitada en sus propias palabras en un audio filtrado donde describía su “táctica” para abordar sexualmente a cualquier mujer, ufanándose de su capacidad de acosar y abusar impunemente a su antojo por su condición de celebridad televisiva. Fue en ese contexto en que varias mujeres comenzaron a relatar -y a subastar- sus experiencias con el candidato. Aunque la estrategia de la campaña de Trump funcionó casi siempre -hacer que el tabloide National Enquirer comprara las “exclusivas” para nunca publicarlas y con ello “matar” las historias- un caso se les escapó. Era el testimonio de una actriz porno que había mantenido una relación sexual con Trump, y que ya había vendido la historia a otro medio. A días de la elección, Stormy Daniels recibió una oferta que no pudo rechazar: 130 mil dólares por su silencio.
El pago fue ejecutado por el abogado de Trump Michael Cohen, y todo pareció quedar ahí, sobre todo después del sorpresivo triunfo del Republicano. Pero cuando Cohen recibió su reembolso la historia se enredó, salió a la luz pública y llamó la atención de las autoridades. De partida, el préstamo de Cohen parecía una donación no declarada a una campaña política. Además, la justificación de los egresos por parte de la campaña de Trump podía ser fraudulenta. Pero con Trump en la Casa Blanca el caso no tenía destino, porque no se puede procesar a un presidente en ejercicio.
Ahora, sin embargo, el panorama es otro. El procesamiento de Donald Trump por este caso -donde aún no se conocen con precisión los cargos- constituye una situación inédita en Estados Unidos. Se espera que este martes, en Nueva York, Trump sea formalizado, en medio de protestas de sus defensores en las calles. Y el análisis sobre las fortalezas y debilidades del caso comenzará apenas se conozcan los cargos que presentará el Fiscal Alvin Bragg. La situación es inédita.
Cristián Farías, periodista y abogado radicado en Estados Unidos comenta en esta conversación los alcances legales de este procesamiento y su eventual relación con las otras investigaciones abiertas contra el ex presidente.