10 de Febrero
Así soy yo
Pastor Daron Lindemann
Ella gasta demasiado en la tarjeta de crédito otra vez. Cuando es confrontada, excusa sus compras impulsivas: “Así soy yo”.
Las personas explican la ira, la infidelidad, el porno e incluso la adicción con la excusa: “Así soy yo”. Eso es una crisis de identidad. Porque la identidad de ningún cristiano es pecado. “Y si hago lo que no quiero, ya no soy yo quien lo hace, sino el pecado que habita en mí” (Romanos 7:20).
Tu identidad es más sana cuando crees que lo que Dios dice de ti es absolutamente cierto. No la versión de ti que otros ven. Ni siquiera la imagen de ti mismo que ves.
“Entonces el discípulo a quien Jesús amaba le dijo a Pedro: «¡Es el Señor!»”.(Juan 21:7).
Si le hubieras preguntado a Juan quién era, su respuesta se habría centrado en quién era.
Al escribir el libro de la Biblia que lleva su nombre, el discípulo Juan se identifica así mismo, como aquel a quien Jesús amaba.
Tú eres amado. No importa cuán poco lo creas, lo mucho que hayas pecado o lo decepcionado que estés, en Dios: tú eres amado. No puedes cambiar quién eres a los ojos de Jesús y del corazón de Dios.
Amado. Humm. Tal vez esa sea mi nueva respuesta a las personas que preguntan: ¿Cómo estás hoy?.
“Amado”.
Esto significaría mucho para ellos. Y para mí. Yo necesito eso, ¿ tú no?
Oración:
Dios de eterno amor, confieso que ni por lo que soy ni por lo que hago merezco ser amado por Ti. Pero Tú, por Cristo, con Él y en Él me has amado siendo yo todavía un pecador. Tal amor me es incomprensible. Pero por tu gracia no necesito comprenderlo pues gracias a tu evangelio puedo creerlo y eso me basta. Ver a Cristo en la cruz derramando su vida por mí es suficiente para saber que por Él, yo soy amado. Gracias Señor porque sin dudar puedo confesar que soy amado. Amén.