29 de abril
Ayudar a los maltratadores con gracia
Pastor Mike Novotny
Recientemente 159 miembros de nuestra iglesia completaron una encuesta para ayudarme a preparar una serie de mensajes sobre el abuso, y uno de los temas que surgió con frecuencia fue la idea de la gracia. Aunque la familia de nuestra iglesia reconocía la necesidad de arrepentimiento, límites firmes y consecuencias reales, no querían actuar como si la gracia no se aplicara a los abusadores.
Dios estaría de acuerdo. Apenas un versículo después de abordar la opresión y el abuso, el profeta Isaías escribió: «Si sus pecados son como la grana, se pondrán blancos como la nieve. Si son rojos como el carmesí, se pondrán blancos como la lana»(Isaías 1:18). Sí, el abuso es un pecado que nos mancha de un modo que no podemos lavar. Pero Dios puede limpiarnos. Jesús fue maltratado en una cruz para que incluso los maltratadores pudieran salvarse. Para que pudieras venir a él con todas las consecuencias y terminar sin condenación (Romanos 8:1). Para que Dios mismo pudiera mirarte y ver a alguien que le trae alegría, alguien que ha sido rescatado por Jesús.
Hace dos mil años, nuestro Salvador eligió a Simón el Zelote (un hombre asociado a un violento grupo de rebeldes judíos) y a Saulo de Tarso (un religioso que hizo daño a mucha gente) para que se arrepintieran y le siguieran, prueba de que la gracia no está reservada solo para la gente buena.
Esa gracia también es para ti. Confiesa tus pecados a Dios y a los demás, y cree en la buena noticia de que la gracia también es para los maltratadores.
Oración:
Misericordioso Dios, te suplico que guardes mi corazón de imaginar que soy mejor que los demás y de olvidar que también en mi está la vieja naturaleza pecaminosa que empuja al maltratador. Haz que mi corazón esté preparado para hablar de tu gracia ante el pecador arrepentido, por Jesucristo tu Hijo. Amén.