Listen

Description

      27 de abril

Ayudar a los maltratados con gracia

Pastor Mike Novotny

 

Una vez conocí a una mujer que había sufrido malos tratos por parte de su pareja y, a pesar de llamar a la policía, volvió con él. En ese momento, me di cuenta de lo complicado que es el maltrato. Hay factores -heridas infantiles, pecados generacionales y hábitos de décadas- que nos mantienen atrapados en relaciones tóxicas y opresivas. 

El profeta Isaías escribió una vez: «Aprende a hacer el bien; busca la justicia. Defiende al oprimido»(Isaías 1:17). ¿Cómo lo hacemos? No sólo con la verdad, sino también con la gracia de Dios.

Mientras tu amigo lucha por creer que el maltrato no es realmente culpa suya, la gracia espera. Mientras tu hija vuelve con el tipo al que quieres atropellar con tu camioneta, la gracia espera. La gracia es estar listo cuando ellos están listos, como el padre del hijo pródigo que esperó hasta que su hijo regresó a casa.

La gracia da el evangelio. Si la víctima es cristiana, puedes decirle: «Eres hijo de Dios. Eres precioso para nuestro Padre. Él no piensa que no vales nada o que eres estúpido o inútil. Sonríe cuando piensa en ti». Si la persona maltratada no es cristiana, puedes decirle: «Dios quiere algo mejor para ti. Jesús entiende por lo que estás pasando. Él quiere que tengas la esperanza de un lugar donde no haya más llanto ni lágrimas ni abusos». La gracia defiende al abusado de una eternidad de dolor prometiéndole la vida eterna a través de Jesús.

Defiende a los oprimidos con el evangelio, dándoles a Jesús, la mejor gracia de todas.

 

Oración:

 

Magnifico Creador, muchas veces he vivido sorpresas agradables. Pero también conocí las experiencias desagradables. Cuando crecí, yo entendí que no solo pecaba de vez en cuando sino que permitimos que nuestra arrogancia quiera merecer el cielo por mano propia. En lugar de admitir nuestro pecado esperamos que olvides nuestro caso. Cuando nuestra condición pecaminosa se hace evidente acudimos a ti para implorar tu perdón. En tu gracia, perdonas nuestros pecados y borras nuestra culpa. En gratitud vamos a querer defender al oprimido, concédenos lograrlo, por Jesucristo tu Hijo. Amén.