Domingo 16 de junio 2024
(Lectura de la Biblia en tres años: 1 Reyes 8:12–35, Juan 5:19–22)
DIOS ES JUSTO
Volveré luego a mi morada, hasta que reconozcan su culpa. Buscarán ganarse mi favor; angustiados, me buscarán con ansias. —Oseas 5:15
El texto de la meditación de hoy pertenece a una profecía de Oseas en la que Dios se representa a sí mismo como un león que atacará al pueblo de Israel y que después se irá a su morada para esperar que ellos le busquen. ¿Por qué usa el Señor tal comparación?
Los reinos de Judá e Israel al abandonar la palabra de Dios fueron perdiendo la fe en Él y cuando necesitaban ser ayudados confiaron más en los poderosos de aquél tiempo Egipto y a Asiria. Cuando «Tiglat Piléser, rey de Asiria, invadió el país, [el rey del reino de Israel] Menajem le entregó treinta y tres mil kilos de plata para ganarse su apoyo y mantenerse en el trono.» (2 Reyes 15:19). El reinó de Judá estaba siguiendo por ese mismo camino al buscar ayuda contra Israel y Siria. Por esto el Señor ejerce juicio contra ellos por mano de los asirios. Aunque los asirios hayan pensado que fue su poder el que les dio la victoria sobre Judá, es Dios en realidad quien está llevando a cabo su juicio contra el pueblo al que ama y desea salvar. Él permite que el ejército asirio caiga sobre Judá como si fuera cachorro de león. Cuando Israel y Judá se enfrentaron a la adversidad, buscaron auxilio terrenal, olvidando que ellos eran la nación santa de Jehová.
La iglesia puede caer en la misma trampa que cayó Israel y Judá al buscar ayudas fuera del poder de la palabra de Dios. Por esto es importante preguntarnos: ¿Es Dios el dueño de nuestro corazón, o se lo he dado a otros dioses? ¿Estamos dependiendo del Espíritu Santo que obra por medio de la Palabra y de los sacramentos? Cristo es quien dio su vida por nosotros. En gratitud vamos a querer confiar solo en él y en los medios que ha determinado para el avance de su iglesia en lugar de confiar en estrategias humanas.
Oración:
Señor, reconozco que somos propensos a confiar en poderes terrenales para alcanzar nuestros logros. Tú quieres que confiemos solo en ti y en el poder de tu palabra para que como iglesia alcancemos al mundo entero con tu evangelio. Te suplico nos guardes de caer en la tentación de buscar ayudas fuera de ti y formas de atraer a las personas a la iglesia que no sean el poder de tu evangelio. Te suplico, por tus medios de gracia, guárdanos en la verdadera fe para la vida eterna. Amén.