8 de Febrero
Dios siempre está aquí
Pastor Mike Novotny
Hace unos años, mi esposa y yo vimos Querido Evan Hansen, un musical sobre un adolescente solitario, socialmente torpe y deprimido. Pero entonces Evan dice una mentira que cambia su vida, concediéndole fama instantánea en Internet e incluso la atención de la chica que le gusta. Pero, por supuesto, la mentira sale a la luz y todo se desmorona. Destrozado y solo, Evan volvió corriendo a casa, donde su madre lo envuelve en sus amorosos brazos y le asegura que ella no se irá a ninguna parte, que siempre estará ahí para él.
A mi esposa Kim y a mí nos encantó el musical, pero tengo una relación de amor/odio con su mensaje. Por un lado, me encanta cómo la madre de Evan perdonó a su hijo y lo amó incluso cuando nadie más lo hizo. Por otro lado, yo odio como le hizo una promesa que no podía cumplir. Porque ella no podía estar “siempre” ahí para él. De hecho, parte de la soledad de Evan vino del hecho de que ella rara vez estaba allí para él debido a su apretada agenda laboral como madre soltera.
Afortunadamente, tenemos esto: “Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza; siempre está dispuesto a ayudar en tiempos de dificultad” (Salmo 46:1 NTV). Nuestro Padre es nuestro refugio, aquel al que corremos en tiempos de dificultad. Y fíjense en ese adjetivo salvavidas: siempre está. Está presente cada vez, en todas partes, en cualquier momento.
Como Evan, todos necesitamos ir a algún lugar cuando arruinamos las cosas. Afortunadamente, tenemos un lugar. Siempre. No es una exageración. Por eso el Evangelio son muy buenas noticias.
Oración:
Bondadoso Padre Celestial, el mundo en el que vivo es un constante desafío que trae angustia y dolor con cada nuevo día. No nos faltan las pruebas y tentaciones provenientes de la vanagloria mundana, del propio Satanás e inclusive de nuestra misma carne pecaminosa. Gracias te doy porque en Ti encuentro el mejor refugio y real protección ante tales adversidades. Te suplico que mediante tus medios de gracia me afirmes y fortalezcas en la verdadera fe para la vida eterna, por Jesucristo tu Hijo. Amén.