Jueves 5 de septiembre 2024
EL LLAMADO EN VIVIR DE DÍA
Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne. Romanos 13:11–14
Vamos a confrontar nuestra vida con estos versículos, que Pablo escribió por inspiración divina, para saber si estamos por el camino correcto o por el equivocado. Podemos conocer muy bien la doctrina bíblica, pero hay una diferencia entre el conocer y que realmente sea el Espíritu Santo quien gobierne nuestras vidas. Si en nuestras vidas predominan glotonerías y borracheras, lujurias y lascivias, contiendas y envidia, en otras palabras, predomina el pecado, es porque aún estamos dormidos espiritualmente. Todos nosotros somos culpables de estos pecados de alguna manera u otra. Por este motivo, hoy el Espíritu Santo nos hace un llamado en estos versículos. Nos dice que cada vez está más cerca la venida del Salvador.
Jesús siempre estuvo preparado para presentarse como perfecto y verdaderamente aceptable para Dios para ser nuestro sustituto en el cumplimiento de todo lo que exigen estos versículos. Y esto lo hizo primero que todo al llevar una vida sin glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia. Lo hizo por amor a cada uno de nosotros. La Escritura nos afirma en 1 Juan 3:5 que no hay pecado en Él. Él nunca complació la carne porque, con su vida, solo le sirvió al Padre y a nosotros. Además, no dudó en ofrecerse a sí mismo como sacrificio por nosotros, en Colosenses 1:14 nos dice que «tenemos redención por su sangre y perdón de pecados». Es este amor que el Espíritu Santo usa para producir, en nuestros corazones, agradecimiento a Dios por nuestra Salvación para que luchemos para andar de día, honestamente. Vemos cómo los incrédulos impenitentes hacen todo a escondidas y en la oscuridad, pero pidamos a Dios que, motivados por el hecho de que ya estamos vestidos de Cristo, nos ayude a vivir de tal manera que en nuestras vidas no tengamos nada que esconder. ¡Qué el Espíritu Santo nos conceda esta paz y unidad en el nombre de Jesús! Amén.
Oración:
Señor Jesús, que nos has dado tu vida perfecta como una ropa limpia y que eres nuestro sacrificio vivo y santo, gracias por ser nuestro mediador con el Padre que junto con el Espíritu Santo nos guie en este mundo para que vivamos de día por gratitud a ti. Amén.