Listen

Description

30 de marzo

El perdón no cuenta

Pastor Daron Lindemann

 

Jesús contó una parábola que a propósito no tenía sentido económico. Una lección sobre la gracia perdonadora que no se puede calcular como el salario de un día. 

            El perdón no es algo que tú (o la persona que te ha hecho daño) debas esforzarte y sudar para ganártelo. Jesús dejó claro este punto con la respuesta de un empleador a la queja de un trabajador de jornada completa que recibió el mismo monto que los de media jornada: «El dueño le dijo a uno de ellos: “Amigo mío, no te estoy tratando injustamente. ¿Acaso no te arreglaste conmigo por el salario de un día? Ésa es tu paga. Tómala y vete. Si yo quiero darle a este último lo mismo que te doy a ti, ¿no tengo el derecho de hacer lo que quiera con lo que es mío? ¿O acaso tienes envidia, porque yo soy bueno?”»(Mateo 20:13-15).

            El amable patrón de la historia de Jesús pagaba lo mismo a los madrugadores que a los rezagados. La gracia perdonadora no consiste en ser el último o el primero. Se trata de no contar. El perdón es un regalo, por eso contiene la palabra dar.

            La misericordia como la de Dios no es nuestro tipo de matemáticas. No siempre es la mejor decisión económica o el camino político más prudente. No siempre se refleja con precisión en los planes de negocio y las hojas de cálculo. No siempre es ejercer la autoridad y la disciplina en dosis que marquen la diferencia. 

            La misericordia de Dios no suma, no cuenta y nunca se merece. Eso hace que cada uno de nosotros sea perdonado y luego sea capaz de perdonar a los demás.

 

Oración:

 

Bendito Señor, no merecemos tu amor ni tu perdón. Pero tú quieres nuestra salvación y por eso pagaste el alto precio de nuestro rescate con la valiosa vida de tu Hijo Jesucristo. Bondadosamente nos otorgas la salvación sin cobrarnos nada. Es por tu gracia. tu bondad incondicional. y los méritos de tu Hijo Jesucristo que fuimos rescatados gratuitamente. Concédeme ser un instrumento de tu paz que lleve la buena noticia por todo lugar, por Jesucristo tu Hijo. Amén.