10 de julio
Míralo.
Pastor Mike Novotny
Si alguna vez has utilizado el miedo o la fuerza para mantener el control en una
relación, quiero que mires a Jesús. El Salmo 11 dice que el Señor odia a los que aman
la violencia, un hecho contundente que espero que te lleve a arrepentirte y a clamar a
Dios pidiendo perdón.
Porque hay esperanza incluso para los maltratadores. El apóstol Pablo es la
prueba. «Aun cuando antes yo había sido blasfemo, perseguidor e injuriador;
pero fui tratado con misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad.
Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en
Cristo Jesús» (1 Timoteo 1:13,14). Pablo era, según su propia confesión, un hombre
violento; sin embargo, cuando Dios le abrió los ojos a la profundidad de su pecado,
Pablo encontró misericordia, gracia y amor a través de Jesús.
Dios quiere abrirte los ojos para que veas su misericordia, su gracia y su amor.
Jesús perdonó tus pecados de abuso. Después de ser abofeteado y escupido, burlado
y clavado en una cruz, Jesús gritó: «Padre, perdónalos» (Lucas 23:34). Todavía lo
dice, y todo pecador que se arrepiente de verdad lo recibe. El abuso es feo, pero Jesús
llevó esa fealdad a la cruz. Cuando miras a Jesús, cuando cambias de opinión sobre
quién tiene el control, Dios deja de odiarte y empieza a llamarte su querido hijo. Así que
mira a Jesús. Conmigo, con nosotros, mira a Jesús. Seguirá habiendo consecuencias,
pero cuando miras a Jesús, no hay condenación (Romanos 8:1).
Oración:
Dios misericordioso, por lo méritos de tu Unigénito suplico que me abras mis
ojos para claramente ver mi pecado y, arrepentido, ver tu misericordia, gracia y amor:
Qué, en gratitud a tu inmenso amor, quiera vivir consagrado a ti, por Jesucristo tu Hijo.
Amén.