12 de julio
Mírame.
Pastor Mike Novotny
Si supiera que cien personas maltratadoras se presentan en nuestra iglesia un
domingo, les diría: «Me alegro de que estén aquí. Esta es una iglesia cristiana donde
los pecadores son bienvenidos. En tiempos de Jesús, las peores personas de la ciudad
eran los recaudadores de impuestos y las prostitutas, pero Jesús les llamó a seguirle.
Queremos ser como Jesús, así que eres bienvenido a seguir a Jesús aquí también».
Y luego, con toda la compasión de mi corazón, continuaba: «Y les damos la
bienvenida con sabiduría. No tentamos a los alcohólicos haciéndoles comprar el vino
para la Cena del Señor. Y no dejamos a personas abusivas solas en situaciones en las
que puede haber abusos. Así que, sí, requerimos verificación de antecedentes para
nuestro ministerio de niños. Sí, nos comunicaremos con los oficiales de libertad
condicional y elaboraremos un plan personal que cumpla y, tal vez, exceda los
requisitos de la ley. Porque nos preocupamos por ti y por todos los demás».
No estoy seguro de cómo se recibiría ese mensaje, pero sé lo que dice la Biblia
sobre los que están verdaderamente arrepentidos: «¡Fíjense! Esta tristeza que
provino de Dios, ¡produjo en ustedes preocupación, el deseo de disculparse,
indignación, temor, vehemencia, celo, y deseos de hacer justicia!» (2 Corintios
7:11). Las personas que están verdaderamente arrepentidas tomarán medidas para
demostrarlo, sometiéndose al liderazgo de la Iglesia.
Si tienes una historia de comportamiento abusivo y quieres cambiar, ve a la
iglesia. Aunque haya consecuencias por tu pasado, una iglesia cristiana puede
ayudarte a caminar con Jesús por tu futuro eterno.
Oración:
Dios todopoderoso, tú no haces acepción de personas. Por eso quieres que
todos procedan al arrepentimiento y sean salvos. Incluso quieres que los abusivos sean
perdonados e incorporados a la iglesia. Concédenos ser una congregación que actúa
con sabiduría cuando nos corresponda recibir a los abusivos perdonados, de manera
que contribuyamos a evitar que tropiecen en la tentación de ser instrumentos de
maldad. Haz que todos nosotros seamos instrumentos de tu paz, por Jesucristo tu Hijo.
Amén.