Listen

Description

12 de agosto

Mi Dios puede convertir el agua en vino

Pastor David Scharf

 

            En tiempos de Jesús, las bodas podían ser grandes acontecimientos que duraban una semana. El anfitrión ponía todo de su parte. De hecho, si la familia era lo suficientemente rica, ¡incluso proporcionaba ropa a los invitados! Que una familia se quedara sin vino era simplemente impensable... pero Jesús estuvo en una boda en Caná donde la familia se quedó sin vino. Jesús podría haberlos abandonado a su suerte. En lugar de eso, ¡les proporcionó al menos 120 galones del mejor vino! «El encargado de la fiesta probó el agua que había sido convertida en vino, y se sorprendió, porque no sabía de dónde había salido ese vino. Pero los sirvientes sí lo sabían»(Juan 2:9 TLA).

            Dios sigue proveyéndonos hoy a ti y a mí. Fíjate en la ropa que vistes, saborea los alimentos que comes, piensa en la casa en la que vives. La mayoría de nosotros tenemos calefacción, electricidad, agua corriente... ¡a menudo lo damos todo por sentado! Algunos incluso tenemos más de un vehículo, por no hablar de ordenadores, televisores y «juguetes». ¡Con cuánta riqueza nos ha provisto Dios! Al igual que para aquella familia de Caná, todo es inmerecido. Jesús no ha cambiado. El mismo Jesús poderoso que convirtió el agua en vino ha prometido cuidar de ti. No, puede que no te dé todo lo que quieres, y a veces tendrás dificultades, pero ha prometido proveer. Y si puede convertir el agua en vino, entonces puede y proveerá para todas tus necesidades.

 

Oración:

 

Dios eterno: Te bendigo y agradezco por tus bondadosa provisiones con las que nos bendices a diario, abundantemente, mucho más de lo que alcanzamos a pedir y porque tu presencia no nos ha abandonado. Con expectativa gozosa te suplico me concedas vivir consagrado a ti, en gratitud a tu inmenso amor, por Jesucristo tu Hijo. Amén.