Ahora te digo yo: Tú eres Piedra, y sobre esta roca voy a edificar la Iglesia mía —Mateo 16:18,
(La Biblia, traducción de Luis Alonso Schökel y Juan Mateos)
¿Ha nombrado Dios, como fundamento de la iglesia, otra roca aparte de Cristo? ¿Qué enseña la
Biblia?
Algunos comentaristas e intérpretes de la Santa Escritura argumentan que el texto de la
meditación de hoy comprueba que la roca fundamental sobre la que la iglesia es edificada es el
apóstol Pedro. Por ejemplo, el comentario de la «Biblia del diario vivir» anota: «Lo más probable
es que la roca se refiera a Pedro como líder de la Iglesia (por su función y no necesariamente por
su carácter). Así como Pedro había revelado la verdadera identidad de Cristo, Jesús revelaba la
identidad y el rol de Pedro.» (Editorial Caribe.) Sin embargo, no todos están de acuerdo con esa
interpretación. Desde la antigüedad, escritores eclesiásticos tales como Ambrosio, Cipriano, Hilario
y Beda, declaran que la roca es la verdad que a Pedro le había revelado Dios, el Padre, cuando
respondió: «Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente». ¿Quién tiene razón? ¿Cuál es la
interpretación correcta? ¿La roca sobre la que es edificada la iglesia es Pedro o es Cristo?
En el texto griego Jesús llama «Pétros» (piedra, un pedazo tomado de la roca con el que se puede
construir, pero no sobre el que se pueda construir) a su discípulo Simón. Desde ese día Simón sería
llamado «Pedro», es decir, piedra. Pero cuando se refiere a la piedra sobre la que edificara la
iglesia usa la palabra «Pétra» (una gran masa rocosa sobre la que se puede construir) Tanto en el
texto griego del Nuevo Testamento, como en las versiones antiguas en latín y siríaco, la palabra
para Pedro es de género masculino, pero la palabra para identificar la roca sobre la que la iglesia
es construida es de género femenino. Además, el contexto de toda la Biblia siempre afirma que la
roca es Cristo. En el texto mismo Jesús no le dice a Pedro «sobre ti edificaré mi iglesia» Por tanto,
está claro que la roca sobre la que la iglesia se sostiene es Cristo. En ningún lugar de la Biblia Pedro
afirma que él sea la roca. Por el contrario, citando pasajes del Antiguo Testamento, Pedro confiesa
que Cristo es la piedra fundamental sobre la que es edificada la iglesia, y que los creyentes que son
las piedras con las que se construye sobre Cristo (1 Pedro 2:4–8). Creer que la roca es otro aparte
de Cristo es errar mucho y tropezar en Cristo como roca de tropiezo. Sólo Cristo nos salvó. En solo
Él descansa la fe salvadora. Por causa de sus méritos hemos sido salvados. En gratitud vamos a
querer aferrarnos sólo a Él como nuestra roca.
Oración:
Señor, gracias porque solo por tus méritos me permites entrar en tu reposo. Me has iluminado
con la luz de tu evangelio y me has dado vida nueva de tal manera que la luz de tu amor ya brilla
disipando de mis tinieblas. Tú eres mi roca y gracias a ti puedo reposar de querer salvarme por
mis propios méritos. Amén.
