10 de mayo
Sé amable con los que tienen necesidades especiales
Pastor Daron Lindemann
En la antigüedad, cuando un rey asumía el trono, mataba a todos los miembros de la familia que habían estado en el poder. No lo hizo el rey David.
David recordó una promesa que había hecho tanto a su amigo Jonatán como al antiguo rey Saúl: en ausencia de Jonatán, David cuidaría de los miembros de la familia de Jonatán.
Mefiboset era hijo de Jonatán, que a su vez era hijo de Saúl. Mefiboset no era el tipo de persona fuerte, atractiva y exitosa que un rey típico querría rondando por el palacio. Era discapacitado. Necesidades especiales.
David sintió bondad hacia Mefiboset, lo que le impulsó a recordar su promesa. «¿Queda algún descendiente de Saúl, a quien yo pueda darle muestras de bondad en nombre del Señor». (2 Samuel 9:3).
¿La bondad de quién? David, con un corazón lleno de adoración, se centró en Dios. Apreció tanto la bondad de Dios para con él que ésta se desbordó hacia un joven con necesidades especiales.
Porque David también tenía necesidades especiales, es decir, necesidades espirituales. Necesitaba el perdón y la misericordia excepcionales de Dios. Confiaba en la guía divina y en la sabiduría que él mismo no podía producir. Confiaba en la fuerza de Dios para ganar batallas.
David no se consideraba superior en nada, ni siquiera como rey.
¿De qué manera te has resistido a acercarte a quienes tienen necesidades especiales o discapacidades? ¿Por qué es tan fácil sentirse superior a ellos? Ora hoy para ser más amable con ellos.
Oración:
Bondadoso Dios, confieso que me es más fácil sentirme superior a mi prójimo que colocarme en sus calzados y ser empático. En gratitud a tu inmenso amor quiero enmendar mi falta confiado en que por los méritos de Cristo ya tengo el perdón. Concédeme ser un instrumento de tu paz, solidario con quien lo necesite, amable con todos, buen administrador de los dones que me diste y celoso guardián de tu palabra, por Jesucristo tu Hijo. Amén.