13 de agosto
¡Sobreviviré!
Pastor Clark Schultz
Uno de los mejores momentos de mi viaje por Israel fue cuando no había luz. Unos amigos me animaron a atravesar con ellos el túnel del rey Ezequías. Para que te hagas una idea, este túnel tiene una longitud de cinco campos de fútbol y medio, una profundidad de 1 metro y medio, con agua en algunas zonas, y una anchura de hasta 1 metro y medio. Ah, y ¿he mencionado que soy extremadamente claustrofóbico? A mitad del túnel, las pilas de nuestras tres linternas se agotaron. Yup, respiración pesada y jadeando por el aire se hizo cargo, y yo estaba en el lugar más oscuro que he estado nunca.
«No pecó él, ni tampoco sus padres. Más bien, fue para que las obras de Dios se manifiesten en él»(Juan 9:3). Con este texto, Jesús está ayudando a sus discípulos a ver que sólo Jesús puede abrir los ojos de los ciegos. Los fariseos que escuchaban pensaban que no necesitaban ser salvados porque sólo sus buenas obras podían salvarlos. Estaban equivocados y ciegos. Sólo la gracia de Dios y la fe en Jesús salvan. Los discípulos vieron la ceguera del hombre como un castigo de Dios. ERRÓNEO-y ciego. La necesidad crítica del hombre es la oportunidad de Dios.
Lo que nos hizo atravesar aquel túnel en Israel fue escuchar las voces de los demás. Mientras recorres el túnel de la vida, escucha a Aquel que recorrió y guardó el camino de la ley por ti y cuya voz y saliva pueden curar cualquier ceguera. Mejor que una camiseta de «Sobreviví al túnel del rey Ezequías» es la afirmación: Sobreviviré a la muerte gracias al GRAN REY JESÚS.
Oración:
Dios todopoderoso, no existe oscuridad tan profunda que opaque tu luz. Concédeme fe firme y constante que me permita apreciar, en su verdadera dimensión el gran amor que te mueve a proveernos de los beneficios de tu gracia. Abre mis ojos espirituales para no perder de vista tu inmenso amor, por Jesucristo tu Hijo. Amén.
