Listen

Description

4 de mayo

Todo gira en torno a los demás

Pastor Jon Enter

 

En nuestra última devoción, dejamos a Moisés en la cima de una montaña con los brazos en llamas. Cada vez que los bajaba, los israelitas morían a manos de las espadas de los amalecitas. Pero el capítulo 17 del Éxodo revela: «pudo mantener firmes las manos, hasta que se puso el sol»(versículo 12). Esta fue una batalla planeada que probablemente comenzó por la mañana. ¿Sus manos estuvieron levantadas todo el día? Eso es imposible. ¿O no lo es? Dios envió refuerzos. El hermano de Moisés, Aarón, y otro hombre, Hur, sentaron el cuerpo cansado de Moisés sobre una roca. «Aarón y Jur le sostenían las manos, el uno del lado izquierdo y el otro del lado derecho»(versículo 12).

            ¿Conoces a alguien que esté luchando? que se esté desmoronando bajo la carga de lo que sostiene? Es probable que alguien haya venido directamente a tu mente y a tu corazón.

            ¿Cómo puedes ayudar? ¿Cómo puedes ser un Aarón o un Hur? Bueno, se necesitan dos componentes muy importantes para ser un ayudante enviado por el cielo. Necesitas presencia. Tienes que estar dispuesto a entrar en el drama. Aarón y Hur se convirtieron en blancos visibles de los amalecitas, pero la causa y su preocupación por Moisés hicieron que valiera la pena. Vale la pena ayudar a la persona cuyo nombre apareció en tu corazón, pero eso significa que su desastre se convierte en el tuyo.

            Y necesitarás persistencia. El diablo sabe lo que funciona para causar el caos, y no lo abandonará fácilmente. Pero tú sostienes el nombre de Jesús que hace que Satanás se disperse y los demonios se dispersen. Tú vienes en el nombre de Cristo, y en su nombre, ¡se gana la victoria!  

 

Oración:

 

Victorioso Dios, confieso que no importando cuánto me empeñe o cuán fuerte sea, no puedo contra las estrategias de mal, pues soy un simple mortal. Pero, gracias a ti esa no es la verdad final, porque en Cristo soy victorioso. Su victoria es mi victoria: «Cristo y yo somos mayoría aplastante» Te bendigo y agradezco porque no necesito correr contra el enemigo para enfrentar. Porque la victoria en Cristo es segura solo necesito permanecer firme en las promesas de tu palabra. Qué el evangelio, poder de Dios para salvación, me fortalezca y guarde en la verdadera fe para la vida eterna, por Jesucristo tu Hijo. Amén.