8 de agosto
Una buena clase de celos
Jan Gompper
El diccionario Merriam-Webster define la palabra celoso como «hostil hacia un rival o hacia alguien que se cree que disfruta de una ventaja: envidioso». Los celos se consideran un atributo negativo (por ejemplo, un novio o compañero de trabajo celoso), y las Escrituras los califican de pecado.
Sin embargo, Dios se describe a sí mismo como un «Dios celoso»(Éxodo 20:5). Y Pablo dijo a su iglesia de Corinto: «El celo que muestro por ustedes proviene de Dios»(2 Corintios 11:2 NVI). ¿Pueden ser buenos los celos?
Nótese que Pablo utiliza la palabra por, no de. Dios no está celoso de nosotros; está celoso por nosotros. Es hostil hacia cualquier rival que quiera destruir nuestra relación con Él. Nos ama y desea tanto nuestro amor que hará todo lo posible por mantener nuestra relación con él. De hecho, ya lo ha hecho. Envió a su Hijo a las profundidades del infierno en nuestro nombre para asegurarse de que nadie (ni siquiera Satanás) pudiera arrebatarnos de su mano (Juan 10:29).
David Crowder Band describe poéticamente la asombrosa bondad de los celos de Dios con la letra de su canción «How He Loves». ¡Échale un vistazo en YouTube!
Señor, cómo te agradezco . . . por ser celoso por mí. Amén.
Oración:
Señor, te agradezco que seas celoso por mí. Concédeme te suplico, celo semejante por mi prójimo a fin de servirte como un instrumento de tu paz, por Jesucristo tu Hijo. Amén.