15 de agosto
Unas palabras para los jóvenes cristianos
Pastor Mike Novotny
Después de comprar una cuerda de 45 metros, colgué un extremo de forma que quedara a la altura de los ojos al entrar por la puerta principal de nuestro edificio. Luego extendí la cuerda por el amplio vestíbulo antes de atarla cerca de la otra pared. Por último, coloqué un trozo de cinta adhesiva negra alrededor del extremo que colgaba para que todos los fieles vieran una pulgada de cinta seguida de 1.799 pulgadas de cuerda.
¿Por qué? En parte, porque quería que todos vieran la vida desde la perspectiva de Dios. En la adolescencia, a los 20 y a los 30 años, se nos presentan docenas de oportunidades para dar prioridad a algo que no sea Dios. Puede ser la universidad, las citas, los amigos o formar una familia. Todos estos son buenos regalos de Dios... a menos que sutilmente reemplacen a Dios. A menos que nos roben el tiempo y la energía necesarios para la iglesia, la meditación de la Palabra y la conexión con el pueblo de Dios. Aunque a todos nos gustaría creer que podemos dar prioridad a ambas cosas, la verdad es que sólo podemos buscar una cosa primero.
Si estás allí (o conoces a alguien que lo esté), recuerda la cuerda. Esta vida, desde el punto de vista del cielo, es como ese pequeño tramo de cinta negra, menos del 0,1% de tu existencia eterna. Resiste el impulso de tu generación de olvidar las matemáticas del cielo; fija tus ojos en la felicidad eterna que Jesús vivió, murió y resucitó para darte; y organiza tu vida en consecuencia. No te arrepentirás.
«No nos fijamos en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas»(2 Corintios 4:18).
Oración:
Bendito Señor concédeme el deseo y convicción de fijar mi atención en los valores genuinos y eternos, por Jesucristo tu Hijo. Amén.
